Aportaciones para la Homilía Dominical DOMINGO XIX del Tiempo Ordinario Ciclo A 2023

DOMINGO XIX Ciclo A 2023 APORTE DEL COLEGIADO DE SACERDOTES DE LA DIÓCESIS DE CHILPANCINGO-CHILAPA

I. ANTE ENFERMEDADES, TORMENTAS…, CONFIAR EN DIOS Y ACTUAR
ACERTADAMENTE

Como Elías se encerró en una cueva –Según la Primera lectura de esta Misa dominical-, muchos, sobre todo niños, adolescente y jóvenes, ahora se encierran en su habitación usando la tecnología y ya no socializan lo suficiente. De ahí que al igual que Elías caigan en ansiedad o depresión.

Hay gente que se come las uñas, se arranca los pelos, le da comezón en todo el cuerpo.
Otros, como Pedro según el Evangelio, están pasando por terribles tormentas en su interior, en pareja, en la familia, en el trabajo, y las estamos pasando también en la sociedad, por ejemplo: ante la ola de violencia y otros desastres sociales. En todos lados hay tormentas.

La barca representa a la iglesia. Estando Cristo fuera de la barca, los apóstoles corrieron peligro; pero si se hubieran bajado de la barca, más fácilmente iban a perecer; por eso hay que permanecer fieles a Cristo y a la Iglesia.

El mar es símbolo del mal. La forma más eficiente de enfrentar el mal, para no hundirnos es teniendo cerca a Cristo quien camina sobre las aguas, pues sólo Él está sobre todo mal.

Vivimos entre fobias y filias: temores, deseos de huir, entre odio, miedo; también están los apegos desordenados. En este tiempo se requiere de muchos consultorios psiquiátricos porque hay mucha ansiedad y depresión –entre otros trastornos de la personalidad-.

Hay varias adicciones modernas: alcohol, drogas, sexo, videojuegos, internet, tecnología… La gente no es consciente de esto, piensan que ya es un estilo de vida obligatorio y necesario. En toda esta maraña solo Cristo puede caminar sobre ello para que no se salga de control.

Se cae en esto porque mucha gente enfrenta el mundo sin la fuerza de Dios y cae pronto en el miedo a morir pronto en esas circunstancias. Nosotros hemos de tener y poner nuestra confianza en el Señor.

Hay diferentes manifestaciones de Dios, una a Elías y otra a los Apóstoles, más en concreto a Pedro; tanto en la brisa suave a Elías como salvando a Pedro de hundirse, al final Dios se hace sentir, deja ver su poder y nos dice: ¡Soy yo, ánimo, no tengan miedo, aquí estoy yo! Dios hace llegar la calma, pone en orden todo.

No se construye la vida entre miedos. Para vivir, hay que disipar los miedos, vivir en la confianza en Dios, porque la confianza puesta en humanos siempre puede defraudarnos.

Ante la ansiedad y las tormentas de la vida, necesitamos la brisa suave de la oración, tranquilidad, reflexión, meditación, para descubrir el camino de Dios. Necesitamos evitar el perfeccionismo y “valemadrismo”, pues, ambos llevan a la frustración.

Si pedro hubiera puesto toda su confianza en Dios, no se hubiera hundido.
Varios psicólogos creen que solos podemos, pero en realidad sin Dios no podemos.

Cuando Cristo camina sobre las aguas, le quita el poder al mal; ese es el triunfo del bien, de la vida. Pedro se hundió por la debilidad, por el pecado y por la falta de confianza en Dios.

El pecado tiene su propio peso y fuerza, pero Cristo es el salvador, el único que no defrauda.

Él que de modo milagroso camina sobre las aguas y vence al mal, por ejemplo en la Jornada Mundial de la Juventud reciente sucedió el milagro a una niña en Fátima Portugal. Existen realmente los milagros, el poder de Dios.
“Tengo miedo que Dios pase por mi vida y yo no me dé cuenta” (San Agustín).

Muchas veces esperamos que Dios se manifieste de modo espectacular, pero Dios se manifiesta sobre todo en lo sencillo de una suave brisa, como le sucedió al profeta Elías.

Hacer nuestra la frase del Señor de la Misericordia: Jesús, confío en Ti”. Y lo que dijo el Sagrado Corazón a Santa Margarita María de Alacoque: “Si quieres agradarme, confía en mí; si quieres agradarme más, confía más; si quieres agradarme infinitamente, confía infinitamente; las almas confiadas son las robadoras de mis gracias”.

II. EVANGELIO PARA NUESTRA SOCIEDAD
Elías es perseguido por Jezabel. El ser humano siempre enfrenta críticas que quieren destruirlo pero hay que responder con la fe, la confianza en Dios.

Ante las circunstancias adversas la iglesia responde con la oración y confianza en Dios. No hay que poner la confianza total ante quien nos puede defraudar, no hay que dejarse encandilar por las buenas propuestas de los hombres; tenemos que aprender a vivir de otros valores; hemos de descubrir que estamos cansados de tanta maldad, hacer una crítica constructiva y poner manos a la obra.

Sí hay violencia, tormentas, desastre social, pero nunca hay que perder la confianza en Dios, nunca hay que dejar de luchar.

Ya se descubrió que el miedo es una forma de controlar la sociedad, pero “el valiente es valiente mientras el cobarde duerme”. ¿Qué hacer en las tempestades que estamos viviendo? Si agarramos las armas arriesgaríamos más la vida; hay formas más inteligentes de afrontar las adversidades.

Los jóvenes tienen su lugar en la agenda social y de la iglesia. Hay que promover los valores humanos universales en los jóvenes, acercarlos también a la iglesia para que pongan su confianza en Cristo; si ellos no renuevan la sociedad no habrá nada mejor que se haga.

Ante la descristianización, la poca vivencia de los valores de la verdad, justicia, solidaridad, necesitamos ser fermento en la sociedad, se requiere más calidad de cristianos que cantidad.

Hay que promover la ecología integral: estar contra la extinción de las especies pero también contra el aborto, la eutanasia… Hay que querer a los perros pero sin llegar a considerarlos “perrhijos”.